
Iglesia Evangélica Luterana de Habla Alemana (IELHA)
Evangelisch-Lutherische Kirche deutscher Sprache in Bolivien


María Eusebia Cachaca Ramos
1. Mai 2025
Solidarität und Anerkennung für die Arbeiterinnen, die von Mehrfachdiskriminierung betroffen sind!
Hace unos años atrás una mujer de avanzada edad, en una congregación fuera de la ciudad, muy afanada empujaba las bancas de la iglesia para poder barrer el piso de tierra, cuando me presté a ayudar me dijo en aymara: “ya no tengo fuerzas para trabajar para el Señor, por eso solo puedo barrer”. La expresión “solo puedo barrer” retumbó en mi corazón y la pregunta inmediata fue ¿hay tareas grandes y pequeñas? La respuesta llegó en el año 2020 donde como iglesias y sociedad en general pasamos por la pandemia del coranavirus donde se evidenció la importancia de las personas que coadyuvan con la limpieza para preservar la salud y la vida de las personas. Entonces comprendí que no hay trabajo pequeño o grande, sino que todo trabajo suma para algo mayor.
Hoy siendo el día internacional del trabajo quiero rendir el homenaje especial a esa hermana anciana y a todos los hermanos y hermanas que trabajan en nuestras congregaciones o comunidades de fe, desde el lugar que ocupen siendo cargos pastorales, administrativos, diaconales, de educación cristiana o escuelas dominicales, cual fuese su forma de organización, pues la mayoría de esas responsabilidades no son remuneradas, sino más bien asumidas como un servicio de amor Dios y al prójimo. El Señor bendiga sus vidas por el servicio que prestan: las arduas horas de caminatas por caminos precarios o senderos que atraviesan cerros para hacer una visita al necesitado, por la disposición de escucha, por las horas arduas en la cocina para compartir la mesa…. En definitiva, por tener fuerzas para poner en práctica el mandamiento de “…amaras a tu prójimo como a ti mismo” Mt 22:39 a pesar de su familia, el trabajo secular o trabajo doméstico.